TODO CRECE MENOS TÚ. Éste es el verso que sintetiza la letra del single de presentación que da nombre al disco y que bien podría definir la motivación de CATASTROFE CLUB para crear su tercer LP (‘El crecimiento infinito’ – Hidden Track DIY, 2022).

Si en su primer álbum, ‘Galletas’ (Molusco Discos, 2015) CATASTROFE CLUB interpelaban al individuo por su inacción y en su segundo álbum, ‘Ejercicios de visión’ (Hidden Track DIY, 2018), lo interpelaban por su profunda ceguera, en ‘El crecimiento infinito’ (Hidden Track DIY, 2022) retratan lo dramático de un modelo de vida basado en un crecimiento obsesivo, lleno de incertidumbre y regido por el ego.

Este tercer trabajo supone el cierre de una trilogía en la que siguen interpelando al individuo, pero de una forma algo más sosegada, aceptando el colapso y la fatalidad de una tragedia social como algo cierto e inevitable que ya sólo se puede contemplar. Por ello, CATASTROFE CLUB se definen como retratistas de la catástrofe global. Una catástrofe que, según ellos, es el fruto de la obsesión por un crecimiento sin límites. ‘El crecimiento infinito’ (Hidden Track DIY, 2022) se convierte en un mazazo tan sencillo y sutil como seco y directo. Con solo 8 cortes y 34 minutos de duración nos hace vibrar entre texturas art-pop, industrial, kraut-rock, post-rock, post-punk y post-‘todo’, sumergiéndonos en atmósferas intimistas y también en ritmos bailables, a la vez que una lírica amarga e incómoda (más cerca del spoken word que de la melodía) nos recuerda que todo puede estallar en cualquier momento, que somos seres miserables y que tal vez ni siquiera deberíamos existir.

Dicen no ser una banda musical al uso y aseguran componer y crear con un particular sentido de la tragicomedia. Son ácidos, sarcásticos y a veces incluso despiadados, pero sin abandonar un personal sentido del humor. Con sus tres discos, los de Granollers (BCN) han creado un universo personal, singular e inclasificable, forjado entre ritmos hipnóticos, texturas eléctricas y oscuras, letras sintéticas y cortantes, así como un sorprendente lenguaje visual con el que visten todos sus temas. Sus conciertos (arropados siempre por el teclista Pablo García) navegan entre la oscuridad musical, un sarcasmo sutilmente cómico y una puesta en escena que no deja a nadie indiferente. Llevan el concepto del ‘do it yourself’ al límite produciendo la totalidad de sus músicas, creando su propia iconografía visual, diseñando las portadas de sus álbumes, elaborando la concepción de sus espectáculos y (con la ayuda de su ya colaboradora habitual Mireia Schröder) produciendo también los vídeos que muestran en directo como parte fundamental de sus canciones.